SUBIR IMPUESTOS TAMBIÉN PUEDE SER CORRUPCIÓN  

(Madrid, 5 de octubre). Las experiencias vividas por la sociedad española a partir de las Elecciones Generales celebradas el pasado 20-D, la demostrada incapacidad de la clase política española para dar soluciones inteligentes a problemas no convencionales derivados de las dos últimas Elecciones Generales, la repetidamente demostrada incapacidad de los Gestores de las Instituciones para contener el Gasto Público y los casos conocidos –y menos conocidos– de corrupción en la gestión de las Administraciones Públicas, están abriendo el libro de las interpretaciones que conducen a pensar que España es un país especial y necesitado de tratamiento para sanear su enferma gobernabilidad y evitar que ciertos intentos de gobierno puedan tener éxito.

Las últimas apariciones del “populismo” y del “comunismo” en la escena política –que sólo aparecen en países en los que la política tradicional fracasa– han traído a los escenarios mensajes y programas que han fracasado muchos años –y muchas veces más– que los que están fracasando ahora y que repiten programas de gobierno que han hundido –sistemáticamente– a todos los países que los han aplicado. Por tanto, es bueno recordar que las subidas de Impuestos que preconizan no pretenden nada de lo que dicen que pretenden en los territorios de la igualdad y del Estado de Bienestar

La utilización de Recursos Públicos para aumentar el número de Funcionarios, el alcance de las Competencias del Sector Público, las Ayudas a los Calificados de Miserables y otras aplicaciones que se registran en sus discursos, acaban siendo mecanismos de colocación de familiares, amiguetes y relacionados, incapaces de ganarse la vida con su trabajo y que se convierten en votantes seguros del partido que araña los bolsillos de los que trabajan para alimentar a los que no quieren hacerlo.

Por tanto, los Impuestos acaban siendo así un mecanismo generalizado para garantizar votantes cautivos que apoyen la permanencia de políticos incapaces que quieren echar raíces en el poder.

José Luis Méler y de Ugarte

Ex Presidente