MEJORA CONTINUADA DESDE 2012

(Madrid, 2 de marzo 2016) El sector financiero se encuentra –tras un gran esfuerzo realizado– en una posición mucho más sólida que la que tenía hace unos años. No obstante, como la práctica totalidad de los bancos en el mundo –y sobre todo en Europa– el contexto actual de tipos de interés condiciona su rentabilidad, lo que constituye su mayor reto. De ahí que las Entidades estén orientando su actividad a los segmentos de clientes y actividades más rentables. Prueba de ello es –por ejemplo– la fuerte competencia a la PYME. 

Desde 2012, el sector financiero español ha experimentado una mejora continuada. En este sentido, las Cuentas de Resultados están evidenciando una menor necesidad de provisiones, lo que pone de manifiesto –a su vez– el saneamiento de las carteras. 

En cuanto al capital, los nuevos requerimientos regulatorios y las exigencias supervisoras han provocado que los bancos españoles lo hayan incrementado de manera significativa, lo que ha permitido mejorar su solvencia. Es una tendencia que el Supervisory Review and Evaluation (SREP) del Banco Central Europeo (BCE) acaba de confirmar. 

En relación a la morosidad, es cierto que la evolución es distinta en cada Entidad, fruto de las decisiones que han adoptado y de su propio perfil de riesgo y modelo de negocio. No obstante, la tendencia a la baja de este indicador es común a todo el sector financiero español, como lógica consecuencia de la recuperación económica que se está produciendo. 

Es importante señalar –también– que el volumen de activos dudosos ha disminuido por el efecto combinado de las acciones realizadas por los propios bancos, las ventas de determinados activos –carteras e inmuebles adjudicados, básicamente– y –en el caso de algunas Entidades– como resultado de la transmisión de activos a la Sareb. 

En definitiva, las Cuentas de Resultados de los bancos españoles están mostrando una clara mejora de su situación respecto a la de años anteriores –especialmente– debida a la mejora de la morosidad, pero también al mayor crecimiento del nuevo crédito. 

Sin embargo, nada de lo anterior debe llevar a la relajación o la autocomplacencia. Los requerimientos regulatorios seguirán aumentando, los bajos tipos de interés presionarán los márgenes y la rentabilidad y la transformación digital no podrá demorarse. Eso por no hablar de integraciones…

José Luis Méler y de Ugarte
Presidente