CAUTELA EN LA INVERSIÓN EXTRANJERA

Los inversores siempre quieren un cielo despejado para contemplar sin bruma el horizonte. Tienen aversión a la mar agitada. Desean naves estables y con un rumbo claramente definido. Hay negocios de aguas bravas, donde el capital riesgo busca en el oleaje sus oportunidades, pero son los menos.  La mayoría sueña con estanques cristalinos. 

Con el resultado de las últimas Elecciones, la neblina se ha instalado en algunos territorios y Ayuntamientos. Los inversores buscan estabilidad. Desean una rápida configuración de las mayorías con gobiernos sólidos y saber -con prontitud- a qué atenerse para tomar las decisiones oportunas. La segunda cuestión es conocer sus primeras medidas de gobierno y si –como es en el caso de la Capital– con “Ahora Madrid”, o la Ciudad Condal, con “Barcelona en Comú”, alguno de los puntos más extremos de su oferta electoral que finalmente se van a llevar a cabo. 

Las primeras declaraciones tras los comicios –tanto de Manuela Carmena como de Ada Colau– han buscado tranquilizar al mundo empresarial, ya sea en la reunión con Bankia –la primera– como en la decisión de prorrogar el Mobile World Congress –la segunda-. Aun así, el sector inmobiliario está inquieto. 

En ambas ciudades están sobre la mesa Proyectos por algo más de 14.000 millones y –en algunos casos– como los de las operaciones Chamartín o Campamento –en Madrid– peligran. En Barcelona no queda claro el nuevo traje turístico-hostelero que pretende la nueva Alcaldable para la ciudad española con más visitantes extranjeros. Además, muchas compañías adjudicatarias temen una “remunicipalización” de los Servicios Públicos que prestan –como es el caso de la limpieza o los residuos urbanos-. 

El año pasado, la inversión extranjera en sociedades radicadas en España superó los 17.625 millones de euros y hay que añadir las compras directas de activos. Los inversores extranjeros se preguntan si estos resultados Locales y Autonómicos pueden ser extrapolares a las próximas Elecciones Generales, aunque ambos comicios sean diferentes. Reclaman informes a sus filiales y socios españoles. 

Las urnas han dejado un mapa político con actores “emergentes” y nuevas rutas para los pactos. Hasta hoy, para llegar a La Moncloa en minoría, había que elegir irremediablemente el camino de los “separatistas”. Ahora aparecen “Podemos” por la izquierda y “Ciudadanos” por el centro. La formación de Albert Rivera puede ser la bisagra que durante años fue CIU. Un gozne que podría abrir la puerta de La Moncloa y de la gobernabilidad a izquierda o a derecha.

José Luis Méler y de Ugarte
Presidente