- La organización pide a las empresas mayor compromiso en la lucha contra el edadismo
- Según CEOMA, sectores como la moda, la alimentación, la banca, los seguros, las compañías de suministro o la telefonía móvil no tienen en cuenta a las personas mayores, a pesar de que el colectivo prevé crecer un 59% los próximos 15 años
- CEOMA ha impulsado el proyecto ‘Empresa amigable’ para que entidades privadas y administraciones públicas tomen conciencia de la necesidad de tratar con respeto y sin paternalismo al colectivo, y que diseñen productos y servicios que contemplen sus necesidades
Madrid, 13 de febrero de 2024.- La Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA) ha denunciado la discriminación por edad que muchas personas mayores encuentran en los servicios y los productos que se les ofrecen. Para CEOMA, a pesar de que la población está envejeciendo y que, según los últimos estudios, el colectivo prevé crecer un 59 por ciento los próximos años, “se sigue tratando a las personas mayores con paternalismo y no se responde a sus necesidades”.
Desde CEOMA, han insistido en la necesidad de que las empresas adquieran mayor compromiso en la lucha contra el edadismo, teniendo en cuenta que en 2060 uno de cada tres habitantes será mayor de 65 años, por lo que las formas de consumo se irán modificando y las personas mayores serán el motor de la denominada economía plateada. Por ello, CEOMA ha reclamado que “las compañías se impliquen en mejorar la accesibilidad, la señalización, las aplicaciones o los servicios que ofrecen y que tengan en cuenta a las personas mayores en el diseño de sus productos”.
La presidenta de CEOMA, Sabina Camacho, ha señalado que con frecuencia “los consumidores mayores no son tenidos en cuenta”, por lo que ha pedido que sean tratados “con respeto y como iguales y que se contemplen sus preferencias y expectativas”. En este sentido, ha asegurado que “son personas con criterio y autónomas, por lo que habría que evitar infantilizarlas”.
Para CEOMA, es fácil encontrar ejemplos de edadismo en todos los sectores, desde la moda, la banca, las compañías de suministro o la alimentación. “No se diseñan productos pensando en las personas mayores”, ha indicado Camacho. “En los supermercados los clientes mayores se encuentran con dificultades constantes y comprar se convierte en un desafío. Muchos productos están situados a mucha altura o el tamaño del etiquetado no se adapta a las limitaciones de su visión”.
La moda no está exenta de discriminación hacia las personas de más edad. Para CEOMA, “la moda se centra en la juventud, no hay tallaje para todas las edades y la publicidad no contempla a personas mayores reales”. Además, han reivindicado que las aplicaciones de la banca o de otras compañías sean más sencillas, accesibles y seguras y que no se penalice a los clientes que no usen internet para hacer sus gestiones.
Implicación de las empresas
La adaptación de los productos y los servicios a las necesidades de las personas mayores pasa, según CEOMA, por la implicación las empresas. Con el objetivo de impulsar esta colaboración entre el colectivo sénior y sector empresarial, CEOMA ha desarrollado ‘Empresa amigable’.
El programa nació con la finalidad de concienciar sobre la importancia de evitar caer en estereotipos y en edadismos, teniendo en cuenta la relación institucional o comercial con las personas mayores y la diversidad generacional entre empleados y personas mayores.
La iniciativa pretende impulsar actuaciones y acciones formativas para que las empresas sean amigables con las personas mayores, partiendo de una serie de ítems creados por CEOMA, en colaboración con Albor Consultor y el Foro Técnico de Formación, para lograr el buen trato por parte de los trabajadores y de la dirección de las entidades que prestan sus servicios hacia este grupo poblacional.
Antes de la concesión del sello de acreditación de CEOMA, Cámara Certifica verifica todo el proceso de acreditación a las empresas y forma parte del Comité de Acreditación.
Las empresas que quieran formar parte de la iniciativa tienen que superar una evaluación y reciben una acreditación que les reconocerá como empresas amigables con las personas mayores. Esta acreditación supone un distintivo de calidad y responsabilidad social que puede mejorar la imagen, la reputación y la competitividad de la empresa. Además, las empresas acreditadas formarán parte de una red de entidades comprometidas con el envejecimiento activo y saludable, y podrán acceder a recursos, asesoramiento y buenas prácticas para seguir avanzando en este ámbito