1 de octubre Día Internacional de las personas mayores
CEOMA como parte de la Mesa Estatal por los Derechos de las Personas Mayores, solicita al Gobierno de España que participe de forma activa y desde la presidencia de la U.E. en una estrategia europea de personas mayores
CEOMA, se une a los demás miembros de la Mesa Estatal, para denunciar que el marco legislativo existente no garantiza la protección de los derechos de las personas mayores
Con motivo del Día internacional de las personas mayores, que se celebra el próximo 1 de octubre, CEOMA sumándose a la iniciativa de la Mesa Estatal por los derechos de las personas mayores de la que forma parte, apunta la necesidad de que el Gobierno participe en los debates abiertos de Naciones Unidas en Nueva York y desde la Presidencia de la Unión Europea en una Estrategia Europea de personas mayores.
Desde la Mesa Estatal, denunciamos a través de un MANIFIESTO que el marco legislativo actual no es suficiente para garantizar la protección de los derechos humanos y la dignidad de las personas mayores.
A pesar de que, en el año 2002, Naciones Unidas aprobó el Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento (MIPAA), que incluye recomendaciones para abordar los objetivos socioeconómicos en relación con el desarrollo, la salud y el bienestar y los entornos amigables de las personas mayores, este plan no es vinculante jurídicamente y no incluye mecanismos independientes de supervisión, responsabilidad e investigación. Además, este plan omite importantes cuestiones de derechos humanos y carece de acciones específicas para abordar la discriminación por razón de edad.
El MANIFIESTO enviado a los grupos parlamentarios y a la Mesa del Congreso recuerda que, debido al edadismo que existe en nuestra sociedad, las personas mayores y, particularmente, las personas con discapacidad mayores no pueden disfrutar de sus derechos en igualdad de condiciones que el resto de colectivos, lo que afecta a multitud de aspectos de sus vidas y a su dignidad.
Los estereotipos y prejuicios asociados cultural y socialmente al envejecimiento, a la edad y a las personas mayores hacen que se justifique un trato diferente y discriminatorio al atribuirles un menor valor social y menos capacidades, lo que repercute de forma directa en el disfrute de sus derechos humanos.
Además, las mujeres mayores siguen siendo el grupo social en mayor riesgo de exclusión, como ha especificado la campaña de Naciones Unidas en este día 1 de octubre, especialmente si se asocia la edad a factores de interseccionalidad, tales como la discapacidad, la inmigración o la pobreza.
La Sra. Michelle Bachelet, anterior Alta Comisionada de Derechos Humanos, destacaba en su informe el año pasado las lagunas existentes en el ordenamiento internacional señalando que no existen mecanismos suficientes y que es necesaria la Convención por los Derechos de las personas mayores.
Otros dos acontecimientos que han sido de especial relevancia y que no se pueden quedar únicamente en palabras, son la aprobación del Informe sobre el envejecimiento del Senado, que recoge entre sus medidas la recomendación de la necesidad de una Convención.
Es imprescindible que estas recomendaciones que fueron aprobadas en el Senado hace ya dos años, se lleven a la práctica, que no se quede en palabras y se materialice en acciones reales que den herramientas para la promoción de los derechos de las personas mayores.
CEOMA junto con los demás miembros de la Mesa Estatal, consideramos necesario y urgente que se apruebe una Convención de Naciones Unidas que promueva y garantice los derechos de las personas mayores, en toda su diversidad, para que los gobiernos y las sociedades de todo el mundo, sean conscientes de sus obligaciones y responsabilidades en materia de derechos humanos hacia las personas mayores ahora y en el futuro, facilitando los procesos de participación de las personas mayores en todas las acciones.