Un “Centro Libre de Sujeciones” es un centro en el que no se utiliza ningún tipo de sujeción física, entendiendo como sujeción física: la l
Pero, ¿qué características adquieren los centros libres de sujeciones?, ¿qué les hace interesantes? Si esa política de cuidado no se tradujera en claros beneficios para las personas objeto de atención no tendría sentido, pero es bien sabido que evitar las sujeciones es evitar sus consecuencias, que son notorias cuando la persona tiene algo que perder. Son pérdidas de todo tipo tales como la pérdida, de función cognitiva, de funcionamiento físico, pérdida de la continencia, pérdida de la integridad de la piel, pérdida de apetito (riesgo de desnutrición), etc., e incluso muerte súbita y muerte por estrangulación, sin olvidar el sufrimiento psicológico que pueden producir, y que atentaría contra la dignidad humana. Si a esos beneficios le añadimos que no se producen más daños o lesiones en las personas mayores por no usarlas y que no es necesario ningún incremento en la plantilla, la verdad es que la invitación a hacer las cosas así es contundente.
Los centros que utilizan rutinariamente sujeciones son centros donde no hay medidas, ambientales u organizativas, eficaces para prevenir las caídas o los problemas de conducta graves. El uso de sujeciones ancla el desarrollo de los profesionales hacia más conocimientos en ciertas materias, y también hacia más experiencia, inhibiendo la creatividad necesaria para manejar los retos que plantean las personas con demencia, principales “víctimas” de las sujeciones físicas y farmacológicas diarias.
En los centros libres de sujeciones se percibe una mayor confianza de sus usuarios, lo cual mejora la percepción de seguridad legal de los profesionales, que son más capaces de tomar decisiones favorables para la persona mayor sin miedo y sin necesidad de “curarse en salud”, sino mas compartidas con los interesados directos.
Los caminos para lograr ser un centro libre de sujeciones son, según lo observado por el Programa Desatar, muy diferentes, tanto que no conoce dos centros iguales en esto. Por ello, aconsejamos a los centros que no busquen fórmulas ni métodos estándares, y que creen su propio método conociendo sus fuerzas y las debilidades sobre las que han de actuar. La clave es hacer un buen diagnóstico de partida y diseñar una estrategia a la medida, que será diferente para cada centro, según su realidad inicial. Una cosa que ha aprendido el Programa Desatar es que solo los centros que se han posicionado en una tolerancia cero y han ido a por todas desde el principio, son los que han logrado convertirse en centros libres de sujeciones.