DISEÑO UNIVERSAL

El propósito del diseño universal es simplificar la realización de las tareas cotidianas mediante la construcción de productos, servicios y entornos más sencillos de usar por todas las personas y sin esfuerzo alguno. El diseño universal, así pues, beneficia a todas las personas de todas las edades y habilidades.

El diseño universal y la inclusión social.

El diseño universal es parte esencial de la estrategia para conseguir una sociedad en la que todas las personas pueden participar. Un modelo de sociedad que se está redefiniendo tomando como base la inclusión de todos y que deriva, en gran medida, de la reflexión acerca del modo que la sociedad quiere acoger a la persona en toda su diversidad. Un ingrediente de esta diversidad es la discapacidad. En este modelo social, se priman los valores de la igualdad de oportunidades y el respeto de los derechos de todos. En este sentido, el diseño universal propone el diseño del entorno, los edificios, los servicios, etc., de modo que puedan ser utilizados por el mayor número de personas, incluidas las personas con discapacidad y las personas mayores, de la forma más autónoma posible.

Introducción al Contexto

La experiencia vivida con la pandemia del COVID-19 ha puesto en evidencia que vivimos en una sociedad plenamente conectada. La posibilidad del uso de las TIC ha hecho que estemos menos aislados y hayamos podido sacar partido de las oportunidades que ofrece la red. De la misma forma ha dejado patente, que las personas sin capacitación en TIC han quedado más aisladas que el resto y han perdido oportunidades que les habría facilitado la vida como pueda ser la compra online u otros servicios.

Podemos deducir y afirmar que el cambio existente ha llevado de forma inevitable a tener que aprender a desenvolvernos en este mundo digital y en esta nueva normalidad que el coronavirus ha implantado, teniendo que estar en un constante aprendizaje.

El paradigma que nos encontramos es altamente variado, desde los conocidos como nativo digitales a las personas mayores que llegan de un mundo completamente analógico y los que tienen todo un reto por delante para integrar las TIC en su vida diaria.

Los Mayores y las personas con discapacidad, nuestro objetivo.

Hablamos de una generación comprometida y preocupada por una vida saludable y activa.

Pero actualmente es una generación casi invisible desde el punto de vista tecnológico. Se deben cubrir las necesidades de formación de este sector de la población si no queremos que queden fuera de esta sociedad tecnológica, de la que además pueden sacar verdadero partido.

Debemos pensar que el uso del dispositivo móvil en sí puede presentar ciertas dificultades, debido a los problemas auditivos o de visión que la población de esta edad suele empezar a manifestar. Otra dificultad con la que se encuentran es el lenguaje empleado. Tenemos tan interiorizado el lenguaje tecnológico y lo usamos de una manera natural, pero se nos olvida que no todo el mundo lo conoce. Por tanto, aunque están plenamente capacitados para poder integrarse en esta sociedad digital, tienen ciertas barreras que les van excluyendo y hacen que formen parte de la conocida como brecha digital.

  1. USO DE LAS TIC POR PERSONAS CON DISCAPACIDAD Y MAYORES EN LOS ENTORNOS DE ACTIVIDAD

El análisis del uso de las TIC aplicadas a los diferentes entornos en los que interactúan las personas nos muestra otra dimensión de la inclusión digital, como resultado de la necesaria incorporación de la tecnología en la vida cotidiana, como un elemento de la misma, superando la idea de considerar la tecnología como un mero instrumento para acceder a la información.

Cabe comenzar afirmando que, de modo generalizado en todos los entornos analizados, el perfil de quienes se sitúan en las frecuencias menores de uso, y de mayor atribución de la dificultad en el uso de cada una de las aplicaciones consideradas, lo constituyen las personas de más edad, que realizan tareas del hogar o están jubiladas, presentan un nivel educativo inferior a la secundaria, son mujeres, viven en poblaciones de menos de 10.000 habitantes, y en hogares con ingresos bajos, si bien es la edad la variable que influye en mayor medida en la falta de uso de las TIC en todos los colectivos de personas con discapacidad. En definitiva, presentan un perfil idéntico al conjunto de la población española sin discapacidad.

  1. CONCLUSIONES

Para que las personas con discapacidad tengan iguales oportunidades de participación en la sociedad actual, es preciso que la totalidad de los bienes, productos y servicios de TIC sean accesibles. Las TIC son, sobre todo, una oportunidad; una herramienta única de inclusión y normalización de las personas con discapacidad. Las posibilidades que ofrecen se proyectan en cualquiera de los aspectos de la vida, ya sea social, educativo o laboral, con las correspondientes mejoras en la autonomía personal y calidad de vida.

Ahora bien, el valor inclusivo de las TIC adquirirá verdadero significado cuando el uso de estas tecnologías por parte de las personas con discapacidad y mayores sea superior al de la población general, eliminando las barreras de participación, según sus necesidades e intereses, en los diferentes entornos en los que se desenvuelve. Por cuanto será ese el indicador que nos muestre, en mayor medida, que la participación en los diferentes espacios sociales no se encuentra limitada por la presencia de una discapacidad.