El proyecto de mejora de la atención domiciliaria y de desinstitucionalización de personas mayores

La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) y la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA) han presentado esta mañana en el Consorci de Salut y Social de Catalunya el proyecto ‘Vivir mejor en casa’, que tiene como objetivo buscar una mayor y mejor atención domiciliaria, explorar las barreras a una vida en la comunidad e incrementar la calidad de vida de las personas mayores en situación de dependencia.

Impulsado y gestionado por la SEGG y CEOMA, este proyecto ha sido ya presentado en Navarra, una de las comunidades en las que se implementará en los próximos meses junto con Madrid y Cataluña. “Vivir mejor en casa” cuenta con una subvención de 2.699.034 euros, procedentes de los fondos europeos Next Generation, cuyo componente preventivo se implementará en varios municipios de la provincia de Barcelona.

El proyecto ‘Vivir mejor en casa’ es uno de los 20 proyectos piloto de innovación social subvencionados con los Fondos de recuperación europeos NEXT GENERATION UE (2.699.034 euros), que el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 está promoviendo en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, dentro de la línea estratégica de desinstitucionalización, incluida en el componente 22 “Plan de Choque para la Economía de los Cuidados y Refuerzo de las políticas de igualdad e Inclusión”, entendida como una potenciación de los modelos comunitarios y domiciliarios de los cuidados de larga duración a personas mayores en situación de dependencia.

Así, este proyecto piloto se dirige a personas mayores vulnerables, en situación de fragilidad y dependencia y a sus personas cuidadoras no profesionales, con el objetivo de retrasar la institucionalización, posibilitando que puedan vivir en su domicilio y entorno social y comunitario con los apoyos necesarios y estudiando las variables y barreras que existen para lograr que aquellas personas mayores que deseen, dejen las residencias y vuelvan a vivir en la comunidad, contemplando actuaciones coordinadas entre autoridades e instituciones autonómicas y locales de los ámbitos de la sanidad y los servicios sociales.

La iniciativa persigue un doble objetivo: por un lado, lograr una mejora de la atención domiciliaria y retrasar el ingreso en residencias desde una perspectiva preventiva; y, por otro lado, preparar a las personas mayores y su entorno para salir de la residencia y volver a la comunidad, desde un punto de vista desinstitucionalizador.

‘Vivir mejor en casa’, en Cataluña: Mejora de la atención domiciliaria para retrasar la institucionalización.

La vertiente preventiva de este proyecto persigue una mayor y mejor atención domiciliaria y retrasar el ingreso en las residencias y se llevará a cabo en la provincia de Barcelona, en entorno rural y urbano. El primer objetivo de esta fase es disminuir y retrasar la institucionalización en personas en situación de dependencia con grados II y III atendidas en servicios de ayuda a domicilio (SAD).

Envejecer en la casa donde se ha vivido es una preferencia común de las personas mayores por permanecer en su comunidad y mantener sus redes de relación social durante el proceso de envejecimiento (OMS, 2015). En este paradigma, la permanencia en el domicilio y la desinstitucionalización forman parte del nuevo modelo de cuidados de larga duración y del modelo de atención centrado en la persona, que demuestran importantes beneficios en la calidad de vida de las personas mayores. Entre otros, promueven la independencia funcional, la autonomía decisoria y facilitan su incorporación activa en la vida de la comunidad, impactando sobre un mejor estado de salud y bienestar emocional.

También en Cataluña, el proyecto plantea la contratación de personas en situación de desocupación para incorporarlas al sector de atención a la dependencia, incorporados a jornada completa, con flexibilidad y autoorganización horaria y priorizando a personas que se encuentren en situación de exclusión laboral. Asimismo, se persigue un cambio de modelo de atención con formación específica para personas cuidadoras no profesionales y la generación de una nueva dinámica de trabajo flexible entre estas personas no profesionales y las profesionales. Se busca una disminución importante de la sobrecarga del cuidador y de la utilización de apoyos tanto sociales como sanitarios.

Para el desarrollo del proyecto y su implementación se ha contratado a tres investigadores, una gestora de casos y se prevé contratar a un profesional adicional para la gestión de casos y un/a asistente personal, además de contar con el apoyo de la Fundación Salud y Envejecimiento-UAB para el estudio, aplicación de instrumentos de valoración, recogida de datos y evaluación del proyecto.

El proyecto se ejecuta, además de en Cataluña en Navarra y Madrid, donde sus resultados finales los difundirán la SEGG y CEOMA entre los profesionales de atención geriátrica y gerontológica y las personas mayores, tanto del Estado como a nivel internacional.