La Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA) organización de referencia en el mundo de las personas mayores, aboga por una sociedad para todas las edades en la que se compartan vivencias, experiencias y conversaciones, aprendiendo cada día los unos de los otros.

CEOMA, con motivo del Día Europeo de la Solidaridad entre Generaciones, considera muy importante incidir en la necesidad de dar el máximo impulso a este tipo de iniciativas, para crear conciencia sobre el impacto positivo que tienen los vínculos intergeneracionales en el contexto del envejecimiento de la población y recuerda el papel clave que juega cada generación en la sociedad. Esta celebración es importante para reivindicar y explicar adecuadamente la importancia de combatir la discriminación por edad y el ‘edadismo’, de unir a todos los grupos de diferentes edades, permitiéndoles conocerse mejor, aprender de sus respectivas experiencias y cooperar entre sí en su vida cotidiana no solo es positivo, también es necesario.

La sociedad necesita de espacios en que personas de diferentes edades, ocupaciones y gustos, convivan y se enriquezcan mutuamente.

La discriminación por edad y las actitudes negativas hacia ciertos grupos de edad están dividiendo a personas de diferentes generaciones y creando barreras que impiden su plena participación en la sociedad. Esos estereotipos, adquiridos a una edad muy temprana, suelen surgir de una falta de comprensión de las realidades en las que viven otras generaciones. Fomentar la interacción regular entre personas de diferentes grupos generacionales puede ayudar a romper los estereotipos, mejorando la conciencia de la diversidad de situaciones dentro de un grupo de edad y de los desafíos comunes que se enfrentan.

Al mismo tiempo, promover la solidaridad y la cooperación intergeneracional puede ayudar a responder a algunos de nuestros desafíos sociales actuales, sacando lo mejor de la contribución de cada generación, con beneficios económicos y sociales reales para todos.

 

Responsabilidad política

A pesar del impacto positivo de la solidaridad intergeneracional, no debemos pasar por alto la responsabilidad de las administraciones públicas para abordar el envejecimiento de la población.

Los responsables de la toma de decisiones nacionales y de la UE deben proporcionar el marco político adecuado para empoderar a todas las generaciones y que estas desempeñen un papel más activo en la sociedad. Por ejemplo, garantizando unos servicios sociales y asistenciales adecuados, apoyando la conciliación de la vida laboral y personal y promoviendo la diversidad generacional en el empleo y, en general, en todos los ámbitos de la vida.