PROPÓSITOS PARA EL NUEVO AÑO

(Madrid, 20 de enero de 2016) Una de las cosas buenas de empezar el año es esa casi obligación que sentimos de hacer una lista con nuevos propósitos para los que luego nos damos un plazo de 365 días. Este ritual no sólo se produce a nivel personal, sino también a nivel empresarial.

Las Compañías tienen la obligación y la oportunidad de echar la vista atrás, reflexionar y analizar qué es lo que queremos cambiar y cómo. No se trata de pedir un deseo, de un regalo que llega sin más. Aunque estemos en Navidad, los compromisos no son obsequios que llueven del cielo. Debemos poner de nuestra parte. Es una cuestión de actitud.

Esta enumeración de deseos profesionales no sólo debe incluir cifras de negocio, índices o estadísticas. Desde mi punto de vista, es esencial replantearnos cómo podemos devolver a la sociedad lo que obtenemos de ella. Tenemos una responsabilidad con los ciudadanos de aquellos países donde operamos. 

Nuestro compromiso con la sociedad y con todo lo que nos rodea debe ser progresivo y dinámico. Nada es poco. Las mejores cosas son siempre fruto de pequeñas contribuciones. 

Debemos hacer el ejercicio de trabajar nuestros propósitos más allá de los 30 primeros días del calendario, debemos hacer de estos objetivos nuestro “modus operandi” por y para todo. 

Por ello, hagamos de este momento del año, un ejercicio de honestidad, y encaremos todo aquello que queremos mejorar. Miremos a la vida con franqueza y comprometámonos de manera sincera. Es un buen momento para evaluar los aspectos en los que esperamos avanzar y en los que aún no estamos a la altura de nuestras aspiraciones. 

La puerta del nuevo año acaba de abrirse. 

Y recuerde lo que decía Tony Robbins: “No hay éxito duradero sin compromiso”.

 

José Luis Méler y de Ugarte
Presidente