LAS ARMAS DE CHINA

(Madrid, 11 de mayo de 2016) Las estimaciones de los expertos profetizan un futuro espectacular para China. Dentro de 25 años –de los actuales componentes del G-7– sólo permanecerán Estados Unidos y Japón. Los cinco restantes serán sustituidos por China, India, Rusia y otros. La punta de lanza de esa invasión-sustitución es –precisamente– China. 

La desplazada de esa expulsión será Europa –es decir– los que quieren y no pueden o los que son y no serán. Y China está siendo la cimentación de ese edificio de trabajo y construcción que acabará con la civilización del desentendimiento. 

Ahora hace falta un impulso ejemplar y una complacencia perezosa. Lo primero lo está poniendo China, y lo segundo lo está poniendo Europa. Sólo los países grandes con empresas grandes sobrevivirán como referencia, y para Europa se ha pasado el tiempo de crecer bien después de tantos años de crecer mal. 

En el mundo que viene, las cosas pequeñas no tienen futuro y –merced a los nacionalistas y a las miopías políticas– Europa es un puzzle de cosas pequeñas divididas y desentendidas. 

Además de trabajar como chinos, hoy es deseable vender como chinos, sonreír como chinos, colaborar como chinos, organizar como chinos y pensar como chinos. China va a ser el mayor exportador de tecnología del mundo, el país con mayor creación de empleo del mundo. China está siendo el primer país que hace de la pobreza una poderosa arma. 

China está haciendo de la demanda de materias primas y de la oferta de productos acabados un arma letal para los mercados globalizados. 

China está haciendo del Turismo un arma adormidera para las conexiones relacionales. China está haciendo de la Medicina natural un arma favorecedora para la salud. Y China está haciendo del Mercado secundario de grandes marcas un arma desestabilizadora para los canales exclusivos de los distinguidos.

José Luis Méler y de Ugarte
Presidente