LA MEJORA SALARIAL, LLAVE PARA LA RECUPERACIÓN

El mundo del trabajo está cambiando profundamente en un momento en el que –aún con 204 millones de desempleados– la economía mundial no crea un número suficiente de puestos de trabajo. 

El informe de la OIT “Perspectivas sociales y del empleo en el mundo. El empleo en mutación”, alerta de que la relación laboral es cada vez menos segura. Hay una tendencia hacia la disminución del empleo asalariado a tiempo completo y permanente, que es sustituido por el trabajo a tiempo parcial y temporal. El incremento del tiempo parcial involuntario es “de facto” un reparto de los puestos de trabajo, pero significa un empobrecimiento salarial de consecuencias adversas para la economía. 

Estas transformaciones se producen a la vez que se da una desvinculación entre los ingresos del trabajo y la productividad, que está aumentando a un ritmo superior a los salarios en gran parte del mundo. Esta situación alimenta la desigualdad de ingresos y aumenta el número de trabajadores pobres. Además, redunda en una insuficiencia de la demanda agregada que frena la inversión productiva y la generación de empleo. 

Según las estimaciones de la OIT, las pérdidas ocasionadas por la débil demanda mundial se elevan a unos 3,7 billones de dólares, como consecuencia del desempleo y del retardo en el aumento de las rentas laborales y de los efectos que estos dos factores tienen sobre el consumo, la inversión y el ingreso fiscal. 

España es uno de los países donde el crecimiento de la productividad más se ha distanciado respecto a la evolución de los salarios, que han sufrido una fuerte devaluación. Pese a que los datos confirman la recuperación económica, la recuperación social no se hace visible. 

Los beneficios de las Empresas no van a la inversión productiva –que daría más dinamismo y calidad a la creación de empleo– porque la demanda interna no tiene buenas perspectivas. Eso sólo cambiará si mejoran los salarios.

José Luis Méler y de Ugarte
Presidente