IMPORTANCIA DE LA LIBERTAD ECONÓMICA

En España, de acuerdo con estudios de la Fundación Heritage publicados por “The Wall Street Journal”, la libertad económica ha disminuido. Aduce como razones la elevada presión fiscal, la excesiva burocracia pública y la rigidez de la Legislación. España ha perdido –en los últimos 10 años– 10 puestos en el ranking mundial. 

De acuerdo con presupuestos y programas, un gobierno socialista necesita un 6% más de recursos que uno conservador para hacer lo mismo o –con los mismos recursos– aquel hace un 6% menos cosas de lo que hace éste. Eso indica que disminuir la libertad económica cuesta dinero. Para el caso español, el coste es de un 1,5% del presupuesto por cada puesto que se baja en el ranking mundial. 

La Constitución Europea podía haber sido escrita hace 30 años, pero resulta desalentador que haya sido redactada hace 10. No dice nada de lo importante y dice todo de lo accesorio. Más organismos, más burocracia, más intervencionismo, más diferencias, menos coincidencias y –en consecuencia– menos libertad económica. 

En nuestro caso, la ideología es la causante de la tercera parte de ese 6%. De otra tercera parte tiene la culpa la diferencia de conocimientos, porque unos saben menos que otros. Y de la otra tercera parte da explicación la diferencia de capacidad de gestión, si utilizamos para evacuarla los currículum vitae de los dos equipos de gestores. 

En definitiva, que lo que tenemos por delante es menos libertad económica, menos conocimientos, menos capacidad de gestión y más ideología de arcones con alcanfor. Y eso quiere decir que nos va a ir peor que lo que la sociedad civil y las empresas que le dan valor se merecen. 

Y seguirá esta sociedad siendo pasto de pícaros, oportunistas e indignados indignos, con lo que perderemos casi todos menos los de siempre –que son aquellos que se aprovechan del sistema y de sus debilidades– aunque para ello tengan que hablar de ideología, que ocultar su falta de conocimientos y que llevar su currículum vitae a Corporación Dermoestética, todo ello a costa de reducir la libertad económica de los ciudadanos, que han aprendido a medirla en términos fiscales.

José Luis Méler y de Ugarte
Ex-presidente