UNA FORMACIÓN A MEDIDA

El recurso más preciado de cualquier sociedad es el talento, esfuerzo e ingenio de sus ciudadanos. Vemos países abocados a la miseria a pesar de flotar sobre inmensas riquezas naturales mientras otros –huérfanos de recursos minerales, con suelos agrestes o climas inhumanos– se encaraman a las Primeras posiciones del desarrollo económico. 

La revolución industrial comenzó en Inglaterra no solo por el carbón –prendió por sus adelantados ingenieros, sus avezados empresarios y sus avanzadas Instituciones– entre ellas la Educación y la Formación. 

Ahora son otras naciones las que descollan gracias a sus sistemas educativos. Finlandia es un ejemplo. Cuando entró en la UE su tasa de paro era similar a la española –con fuertes desequilibrios económicos-. Una profunda reforma educativa supuso el motor de arranque del milagro finlandés. Finlandia –años después– sigue en los primeros puestos de cualquier estudio internacional sobre Educación, como el de Formación Profesional de la OCDE. 

Desde los años 70, España aprueba de manera reincidente Reformas educativas –y también– la última –hace menos de un mes– en la formación de los trabajadores. Cuando se habla de Formación y Educación el engranaje debe ser global, desde la Escuela a la Empresa. Nuestro sistema educativo ha mostrado una reiterada propensión al fracaso. Y en cuanto a las formación de los trabajadores y desempleados una canallesca deriva hacia el fraude y la corrupción como atestiguan los Juzgados. 

Con el nuevo Sistema de Formación para el Empleo los agentes sociales pierden el control del modelo. Ya no recibirán fondos para impartir cursos que se adjudicarán por libre concurrencia. Partidos como “Ciudadanos” son aún más radicales y proponen cheques directos al propio trabajador para que éste elija libremente los estudios que mejoren sus habilidades laborales. 

Pero la Formación de los trabajadores no puede separarse de la educación de los jóvenes. Muchos cambiaron el pupitre por el andamio en los burbujeantes años del ladrillo. Todo se derrumbó, incluido el empleo. La OCDE indica en su último informe que el 62% de los matriculados en Formación Profesional (FP) de Grado Medio en España cuenta con una edad superior a la que teóricamente correspondería. Algo similar ocurre en FP de Grado Superior. Muchos jóvenes –con la crisis– han regresado a la escuela. 

La OCDE indica que España todavía cuenta con un déficit apreciable en Formación Profesional aunque hoy día estén matriculados un 90% más de alumnos que en 2007. Queda mucho por avanzar y más cuando en 2020 dos tercios de los puestos de trabajo serán de carácter técnico y profesional.

 

José Luis Méler y de Ugarte
Presidente