EL PRINCIPIO DE LA DESUNIÓN ES EL FINAL DE LA UNIÓN

(Madrid, 27 de julio de 2016).

El Reino Unido ha votado y ha decidido –por mayoría insuficiente– salirse de la Unión Europea (UE). Esta salida tendrá consecuencias no buenas para ese país, y tendrá consecuencias muy malas para la Unión Europea. Esas consecuencias se irán desvelando cuando se materialicen la ausencia de fortalezas de la Inglaterra que quede y la presencia de debilidades de la UE que vaya quedando. 

Este acontecimiento ha venido a recordarnos los principios del Tratado de Roma –la historia de la UE– las cumbres que han tenido lugar y los objetivos que estas se propusieron. Porque el Tratado de Roma sigue estando casi tan lejos como al principio, la historia ha sido una secuencia continuada de fracasos y no se ha alcanzado ni un solo objetivo de las cumbres. 

Las declaraciones posteriores al Brexit de los políticos de varios países han tratado de dar un mensaje de que casi todo va a seguir casi igual que antes, lo cual indica que la Unión Europea está muy débil y que acercarse a situaciones peores de la actual supone acercarse a la desunión. 

Si Reino Unido no paga un precio alto por su salida y la UE no castiga severamente su decisión, se abre un proceso de posibles salidas de otros países en los que las políticas externas vayan alcanzando poder en base al fracaso de las políticas normales que se están hundiendo. 

Cinco países de la Unión Europea están en quiebra. Cada vez son más las diferencias y menos las coincidencias. Si China e India crecen por encima del ocho, la Unión Europea será un continente de países que fueron y no serán. El fracaso de la democracia y –con democracia mala– la extrema derecha y el popucomunismo beben de las ubres de la indignación.

José Luis Méler y de Ugarte

Ex-presidente