Eduardo Rodríguez Rovira

Comenzará en breve la fase de la reconstrucción, en la que tenemos que estar a pie de obra para evitar el daño que se puede producir en uno de los sistemas sociales que, aunque perfectible, funciona mejor en nuestro país: el sistema de pensiones.

No cabe duda de que en los organismos españoles y europeos se están preparando documentos con propuestas sobre cómo suplir el inmenso agujero que la pandemia está provocando en nuestra economía. Hemos leído opiniones que hablan de la congelación e incluso el recorte de las pensiones. Estos nos recuerda a lo sucedido en la crisis de 2008 en Grecia y Portugal, donde sus pensionistas sufrieron un hachazo en sus ingresos, siendo el sector de la población que padeció más en ambos países.

Somos conscientes de que todos tendremos que hacer duros sacrificios económicos, pero siendo la cohorte etaria de los de más de 65 años la que está sufriendo letalmente el infierno de esta pandemia, la que por mandato del Boletín Oficial del Estado, o por propia responsabilidad, seguirá sometida a un confinamiento prolongado de hecho. Sería cruel que se la sometiera a una nueva penalización, esta vez económica.

Estamos escandalizados de cómo se dilapidan los recursos públicos, incluso en la gestión de la propia pandemia, como ya hemos denunciado en el caso de la centralización de compras y los aparentes despilfarros producidos. Descaradamente se dan subvenciones inexplicables o prescindibles en estas circunstancias extraordinarias, se aumenta una administración pública sobrecargada con nuevos cargos oficiales, se realizan ayudas al extranjero… Exigimos una limpieza a fondo inmediata de lo superfluo en todas las Administraciones públicas.

Los pensionistas españoles no admitiremos reducciones en nuestras pensiones, mientras no se haga una limpieza a fondo de los privilegios que algunos, como por ejemplo los políticos, tienen en este terreno y que en muchas ocasiones hemos rechazado. Las organizaciones que representan a las personas mayores están vigilantes y han establecido una línea roja: no tocar las pensiones.

 

Eduardo Rodríguez Rovira
Presidente de Honor de CEOMA