Trabajar en la humanización y la calidad de vida puede  destruir los tópicos sobre las personas mayores

  • Los ponentes corroboran que las personas mayores deben estar informadas de sus derechos, haciéndoles partícipes y conocedores de los mismos, una gratificante tarea de todos los profesionales y la ciudadanía

Redacción CONFEMAC

 

Debido a las consecuencias de la pandemia, las Jornadas “Todos contra el abuso y maltrato a las personas mayores”, se están realizando online diariamente hasta el 29 de mayo. Las 630 inscripciones muestran el interés de profesionales y usuarios por un problema que aún no está suficientemente visibilizado, y que ayer martes siguieron con un elenco de profesionales que alertaron sobre esta lacra, que desafortunadamente se ha intensificado durante la pandemia.

La segunda sesión fue introducida por el Director de la Confederación Estatal de Mayores Activos (CONFEMAC), Vicente Pérez cano, quien recordó que con frecuencia se habla del valor de la experiencia, pero advierte que “entre el discurso y la realidad hay una gran distancia”. La discriminación por edad o “edadismo” sigue estando presente desde la jubilación hasta el final de la vida, porque se considera a la persona mayor como objeto y no como sujeto, como consumidores de servicios de ocio o de cuidados, y mirando sus limitaciones en vez de sus capacidades; “sin embargo, no queremos problemas –aseveró- necesitamos soluciones buscando nuevos horizontes”.

 

Vuelta a los tópicos

La periodista Loles Díaz Aledo, Presidenta de la Asociación “Mayores del siglo XXI” aportó para esta búsqueda de nuevos horizontes seguir el camino hacia el Buen trato, considerándolo como  una  cuestión de derechos. Díaz Aledo reconoció que esta pandemia ha revelado que los derechos de las personas mayores no son iguales al resto de los seres humanos.

El problema, según la periodista, es que en la información que se ofrece trata a todas las personas mayores como vulnerables, sin excepción, lo cual viene a apoyar “el tópico de siempre”, porque se “enlata” a cuatro generaciones de mayores en una sola afirmación, y ha inculcado el miedo y la preocupación a personas que precisamente no necesitan una carga negativa en sus vidas. “Se trata de un abuso y una falsedad que ofrece unos datos irreales de todos los ciudadanos que tenemos más edad”, recalca Loles Díaz.

Insiste la periodista que ha sido degradante la discriminación de personas de edad en las Unidades de Cuidados Intensivos en los hospitales de toda España y Europa, “siendo el grupo de edad más afectado, solo el 1% de personas mayores de 80 años ha sido atendido, incluidas las residencias –apunta- Nunca hubiéramos pensado que en el autobús de la vida, a nuestros años, nos había de corresponder ceder el asiento”.

Finaliza la ponente aclarando que las personas mayores no quieren ni tienen más derechos que los demás ciudadanos, sino los mismos que les corresponden a todos; “hacérselo saber y buscar su autoestima es nuestra gratificante tarea”.

 

Trabajo social para la cohesión

En su intervención, Manuel Vallejo Romero, trabajador Social de la ONCE en Almería, aportó el punto de vista de las personas mayores con discapacidad, insistiendo en que hoy en día las personas mayores siguen siendo las más olvidadas, y aún más las que tienen algún tipo de discapacidad, “que es el peor de los cócteles cuando se refiere al maltrato y al abuso”. De este modo evidencia la falta de herramientas para luchar contra esta lacra y reclama de la ciudadanía y las instituciones medidas de prevención desde el trabajo social “para poner a disposición mecanismos eficaces, útiles y fáciles de poner en práctica con el fin de mantener intacto o recuperar sus derechos perdidos, haciéndoles partícipes y conocedores de los mismos”.

Vallejo Romero mantiene que en su experiencia del día a día, el trabajo social es un elemento de cohesión social y favorable para la prevención del maltrato, sobre todo en aquellas personas mayores que necesitan más atención por su condición de discapacidad auditiva o visual, “incidiéndoles en que no solo por avanzar en edad se deben perder los principios que  les corresponden por justicia social, y en el caso de que así suceda poner los medios para que sus derechos vuelvan a prevalecer para poner en relieve el respeto que todos y todas debemos tener hacia la diversidad, en este caso por doble razón, diverso por edad y diverso por capacidad”.

El ponente concluyó aseverando que hay que enfocar el concepto de discapacidad de una forma positiva, porque se trata “de capacidades diferentes”, y este enfoque es el que se tiene siempre presente en el trabajo social con personas mayores discapacitadas, sobre todo cuando se hace frente al abuso y maltrato, “porque trabajamos para aquellos indefensos del desafío de la vida”.

 

Calidad y humanidad de la mano

La última ponente de la sesión, Eva Cuartero Rodríguez, neuróloga en el Hospital de Valme de Sevilla y coordinadora del Plan Andaluz de Alzheimer abordó la humanización de los cuidados a las personas mayores dependientes, planteándose con preocupación que todo el trabajo y el esfuerzo que han estado realizado los profesionales para humanizar la asistencia “¿hemos sido capaces de mantenerlo en momentos de crisis?”.

La doctora resaltó que la humanización no significa una gestión clínica, ni un protocolo o un proceso, sino una forma de ser para saber hacer “y hasta que no nos encarnicemos de esta filosofía no podemos llegar a esos fines”, comenta y añade que humanizar se trata de una actitud, de una voluntad de todos los profesionales, estamentos, niveles asistenciales, familiares y pacientes, porque “calidad y humanidad van de la mano”.

Eva Cuartero se preocupa por seguir estando al servicio de la persona, escuchándola, sabiendo cómo quiere vivir y cómo quiere morir, “y aún más cuando los pacientes son dependientes, y tenemos que afrontar una doble mirada contando con la familia para que nos cuente cuales fueron sus decisiones cuando tenían capacidad de decidir”, comenta. La doctora añade que la mirada de la humanización también une a la persona con el cuidador, un profesional que pone en el mismo plano del paciente desde el mismo momento del diagnóstico, con las necesidades tanto físicas como espirituales, para hacer digna una realidad humana por muy precaria que sea, “porque una vida jamás es precaria, es vida”, aclara.

Concluye la ponente que la calidad de vida es tener una satisfacción personal, que va avalada por las aspiraciones y por los profesionales que sepan satisfacer esas expectativas: “hay que escuchar, hay que desprender la enfermedad de la persona y satisfacer sus necesidades para que tanto el paciente como la familia tengan el sentimiento y la seguridad de que se está haciendo lo más adecuado, aunque sea poco”.

 

Programa para el miércoles 27 de mayo

Financiado por la Dirección General de Personas Mayores y Pensiones no Contributivas de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía, CONFEMAC retoma estas Jornadas que ha ido realizando por todo el territorio nacional a lo largo de dos años con un alto interés por el público asistente.

 

El programa del miércoles 27 de mayo (3ª Sesión), del que se dará difusión a final de la jornada, ofrecerá el siguiente tema y participantes:

 

Día 27.- 11,00-12:00.- “Compromiso de las instituciones”

 

  • Rafael Hidalgo López. Responsable del Servicio Provincial de la Inspección de Servicios Sociales de Granada: “Actuaciones desde los Servicios de Inspección, en coordinación con la Fiscalía”.
  • Miguel Paneque Sosa. Secretario General del Defensor del Pueblo Andaluz: “Recursos frente al maltrato a las personas mayores”.
  • Dª Pilar Rodríguez Rodríguez. Presidenta de la Fundación PILARES: “¿Cómo evitar el maltrato y respetar los derechos?: del compromiso a la responsabilidad”.

 

Para consultar el programa completo de la semana: www.confemac.net

 

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TELÉFONO GRATUITO DE CONFEMAC CONTRA EL ABUSO Y MALTRATO A LAS PERSONAS MAYORES: 900 65 65 66

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