Eduardo Rodríguez Rovira

Efectivamente, la situación era alarmante cuando se estableció el estado de alarma. ¿Y después? Ahora es caótica y absolutamente descoordinada, ha dicho el Consejo General de Enfermería por el incesante contagio por coronavirus sin medidas de protección. Por su parte el Consejo General de Médicos se personará como acusación contra Sanidad en los casos de contagio derivados del uso de mascarillas defectuosos.

¿Se imaginan Vds. qué le habría pasado a una empresa privada, farmacéutica o de productos sanitarios o textil y a sus directivos que hubiera entregado ese material defectuoso con grave riesgo de contagio que pudiera poner en riesgo la vida de los sanitarios?  Multas, cierre de la empresa, detención de los directivos… ¿Y conocen Vds. las consecuencias de este hecho en la Administración?

Imagínense Vds. un jefe de compras en una empresa que tarda semanas en hacer un pedido clave para el funcionamiento de la empresa -hasta el 17 de marzo no se realizaron las primeras compras oficiales de Sanidad-, que lo encarga a un proveedor sin referencias (¿o muy conocidas por alguien?), que lo obtiene de fabricantes no homologados, que no comprueba la calidad de lo recibido tan tardíamente y lo tiene que devolver después de las quejas de los clientes etc., tal irresponsable ¿no sería fulminantemente despedido? ¿Y qué pasa en la Administración en un tema con consecuencias fatales?

Pero la prepotencia y la ineptitud son tales, que en vez de apoyarse en los que saben, las empresas que fabrican los equipos, o las que los compran o importan, o sus asociaciones profesionales, o las que de hecho han estado exportando a otros países equipos de protección hasta la primera quincena de marzo,  prefieren improvisar antes que reconocer las virtudes de las empresas privadas, que “se lucran “ con la enfermedad. Quizás prefieran mafiosos o amigotes.

¡Qué ignorancia negligente! Pensar que el pobre Ministerio de Sanidad español, hoy desmembrado en tres partes, pueda encargarse de la gestión y suministro de materiales y equipos sanitarios…  Claro, el nuevo gabinete no sabe que el Ministerio es una cáscara vacía en un edificio colosal, que ha perdido a lo largo de estos años los estupendos equipos técnicos que nosotros hemos conocido. Esperamos que al menos se aprenda la lección y se le considere no una María en las reestructuraciones ministeriales, sino uno de los claves del gobierno, a pesar de la transferencia de competencias a las comunidades autónomas que ha sido causa de graves problemas en anteriores gobiernos.

En un área la Administración ha demostrado ser experta. En primer lugar, ejecuta con mucho dominio y rápido incautar, confiscar, prohibir, que nos recuerda el famoso “exprópiese” chavista. Aunque luego no sepa qué hacer. El novato que estudia económicas -no los que obtienen títulos por recomendación- saben que la mejor fórmula para restaurar la oferta y bajar los precios es la de favorecer la libertad de producción, que al aumentar hará bajar los precios. Empresas del sector textil estaban ansiosas de ayudar. Hasta miles de mujeres en España han estado fabricando artesanalmente esas mascarillas, que cuando no las había no eran necesarias para la salud y cuando han aparecido en el mercado son imprescindible para contener la pandemia. Las comunidades autónomas en cuanto despejaron la posibilidad de volver a comprar lo hicieron. El fracaso de la política con mascarillas ha sido estentóreo. Naturalmente luego han venido los controles de precios. Solo faltan las cartillas de racionamiento para recordarnos tiempos ya pasados.

Menos mal que la derecha perdió las elecciones. Aunque hubiera gestionado sin mácula la pandemia, la situación en la calle hubiera sido revolucionaria. Merece la pena que nos distraigamos con los videos de las revueltas callejeras que se produjeron por la epidemia del ébola que tuvo como consecuencias el fallecimiento de dos misioneros contagiados que vinieron a morir a España y la muerte de la mascota Excalibur. ¿Qué habría pasado hoy con la tragedia de 20.000 muertos oficiales o más de 50.000 muertos reales por el coronavirus?

Eduardo Rodríguez Rovira
Presidente de Honor de CEOMA