Geriatra durante cinco décadas, Juan Manuel Martínez es el presidente de la Confederación Española de Asocioaciones de Mayores (CEOMA), una de las Asociaciones de mayores de España que en su conjunto representan a más de 4 millones de personas y defienden a diario sus derechos a pie de calle. Asociaciones que conocen mejor que cualesquiera otras o cualquier partido político las necesidades y problemas reales de las personas mayores. Uno de esos problemas son las informaciones que llevan días filtrándose en el sentido de que los mayores serán los últimos en poder salir de sus casas durante la desescalada de la pandemia por Covid-19.

PREGUNTA: ¿Qué efecto puede tener en los mayores las noticias que especulan con la posibilidad de que sean los últimos que puedan abandonar sus domicilios en la desescalada?

RESPUESTA: Les ha producido miedo las noticias que les están llegando y en las que se escuchan verdaderas tonterías como que tal vez no pueden salir este verano o que van a tener que esperar hasta final del año.

P.: ¿La desescalada debe ser igual para todos los españoles?

R.: La desescalada, en mi opinión, no solo como presidente de CEOMA sino también como médico geriatra, debe ser igual para todos, tanto si se aplica a un ciudadano mayor como si se hace con otro que no lo es. Tenemos que estar recordando continuamente a esta administración que los mayores somos ciudadanos normales, como cualquier otro, y como a tales deben tratarnos. Cuando se tienen unos determinados años se puede tener, lógicamente, una situación un poquito distinta a la de una persona adulta que esté totalmente sana. En el caso de los mayores puede que tengan alguna pluripatología y  trastornos funcionales que se resuelven, además del tratamiento clínico que se reciba, caminando.

P.: ¿Deberíamos reivindicar la imperiosa necesidad de caminar que tienen las personas mayores?

R.: Es fundamental andar y tal y como son los pisos en los que viven muchas de estas personas mayores no pueden andar, en esos espacios no, con lo cual, si no hay una patología concreta que impida a esa persona, no por años, insisto, sino por la patología, salir a la calle, debe salir como el resto de la población. Igual o más.

P.: ¿Por qué incluso más?

R.: Porque para muchos de los problemas de salud que padecen es fundamental, indispensable. Andar para la persona mayor es un tratamiento y no se puede estar 46 días metidos en casa sin administrar este tratamiento. En este sentido se van a crear unos problemas enormes de salud entre las personas mayores, que se sumarán a los que ya tienen por el aislamiento que viven en su domicilio.

P.: ¿A qué tipo de problemas se refiere?

R.: Para empezar se agravaría aún más el terrible problema de la soledad no deseada para quienes lo están sufriendo, pero además hay que pensar en la desorientación espaciotemporal de personas mayores, en problemas de insuficiencias venosas periféricas que se acentuarían mucho más por el estancamiento de la sangre derivado de la falta de ejercicio, problemas óseos, problemas derivados del endocrino como la diabetes… Todo eso se acusaría de una forma exponencial, por eso no se puede entender que se tome esta decisión de forma tan arbitraria.

P.: Por eso reclaman no quedar a la cola en el descofinamiento…

R.: El tema de la salida a la calle de las personas mayores debe tratarse de ser igual forma, o incluso mejor que para el resto de los adultos. Por eso reclamamos y exigimos que en la aplicación de este tipo de medidas se considere a los mayores como un ciudadano más y no como a una persona que debe recibir un tratamiento especial, que no puede salir a la calle porque tenga una posibilidad más de infectarse. Si tiene una historia clínica que no se l permite qué se la a hacer, pero si no la tiene no tiene, ¿por qué no puede salir de su domicilio? Para el que no pueda hacerlo porque tenga una patología concreta es comprensible, pero el resto tiene que caminar por prescripción facultativa.

P.: ¿Qué le ha parecido la gestión que se ha hecho de la crisis?

R.: Es increíble lo que se está haciendo. Yo voy a proponer que cuando esto termine, que terminará, hagamos una gran manifestación de mayores para denunciar la mala gestión que ha tenido la pandemia en este país. Por la mala gestión que se ha hecho que se ha hecho en España con la crisis de Covid-19.

P.: ¿Se podría haber hecho más? 

R.: Personalmente estoy absolutamente convencido de que el gobierno tenía información de la entrada del virus en España igual que la han tenido instituciones sanitarias de ámbito religioso que  el 2 o el 3 de marzo suspendieron actos, misas y festividades patronales para evitar la reunión de una multitud de personas que estaba previsto que acudiera a ellas. ¿Cómo es posible que el gobierno no tuviese esa información? Y si la tenía ¿cómo es posible no haber adelantado todas las medidas que se tomaron después?

P.: ¿Se refiere al Estado de Alarma y al confinamiento?

R.: El confinamiento es absolutamente fundamental pero tardó en llegar, algo que se unió al error de haber permitido actos y manifestaciones multitudinarias. De hecho,en televisión se ha comentado que existe un estudio del Instituto de Salud Carlos III en el que se demuestra que si se hubiese actuado una semana antes se hubiera evitado casi el 60% de las muertes.

P.: ¿Si se confirmase que las personas mayores no pudiesen salir de sus casas hasta que lo haya hecho el resto de la población podría considerarse como un hecho discriminatorio y anticonstitucional?

R.: Esta situación a nivel mundial impensable hace pocos meses está llevando a una continua improvisación de lo que se hace, pero que los mayores fuesen los últimos en abandonar el confinamiento sería una tremenda discriminación, aunque solo sea por el mero hecho de no respetar la dignidad de la persona.  Obviamente no tendría ningún sentido, no hay ningún motivo para que sea así, todo lo contrario. Si hubiese una causa porque existiese un problema de discapacidad que impidiese la salida como un trastorno cognitivo grave, un problema funcional que impedir a una persona realizar las ocupaciones de la vida diaria por sí mismo… se podría estudiar, pero en el resto de casos ¿para que está nuestra Constitución que nos da unos derechos que nadie nos tiene en cuenta? No tienen por qué, no digo maltratarnos pero digo no bien tratarnos a los mayores.

Por: ANTONIO CASTILLEJO

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